Como muchos sabéis, soy dado a leer libros algunos más formales otros un poco menos. La biblioteca que se puede hacer de libros de gestión, liderazgo, etc, no tiene fin. Pero en la última misión, mi amigo Iván me comentó si había leído el libro de La Vaca, pensaba que había, visto o al menos, escuchado de todos ellos. Los sombreros, los peces, el queso que no sabemos donde esta, funky, las estrategias de los defines… pues me había dejado la vaca.

El libro en concreto habla sobre una historia –o leyenda urbana, ¿Quién sabe?- que comentaré brevemente, el libro en concreto esta escrito por Camilo Cruz, Ph.D. Seguro que lo podéis encontrar y echar un vistazo, antes de seguir.

Como en todas las historias hay un Maestro y un Discípulo –habitualmente orientales-, en esta el discípulo debe ilustrarse sobre romper las ataduras que hay en este mundo, las cuales impiden que tenga éxito.
Para ello acuden a un poblado donde hay una familia, que viven en una casa lúgubre y no cuentan con más riqueza que la necesaria para sobrevivir.
Su fortuna superaba a la del resto de vecinos debido a que contaban con una Vaca, algo que les daba suficiente alimento para subsistir. La vieja vaca puede proveer poco, no obstante, es el único bien de esta familia.
El maestro decide durante la noche decide, con un poco de mala uva, cortar el cuello al pobre animal –imagino que a las protectoras de animales no les haría gracia-. Pero bueno, al ser un viejo maestro nos diría: “no se ha muerto, esta en otra vida mejor”.
El discípulo, tras escandalizarse, le pregunta porque lo ha hecho sin recibir respuesta, al más estilo Bruce Lee.
Al cabo de un año vuelven, la familia reside en una bonita casa y con un gran huerto. Se acerca el maestro y el discípulo a preguntar al cabeza de familia sobre su nueva situación. El mismo, comenta que tras la desgracia de la vaca, se pusieron a cultivar el campo y ha plantearse unos cambios en su vida, que no hubieran asumido de seguir viviendo la vaca. Ese cambio hizo que mejoraran.

El libro, en concreto, trata de mostrar apoyado en esta historia como encontramos ataduras –vacas- que nos impiden seguir adelante y nos dejan en una zona de comodidad. Una cosa es totalmente cierta, si siempre hacemos las cosas de una forma, siempre lograremos el mismo resultado. En la vida hay que afrontar cambios día a día, evitar la rutina. Esos cambios, no tienen porque ser radicales, como en la historia, podemos disfrutarlos poco a poco. Hacer un poco de ejercicio, comenzar un nuevo hobby, leer un libro como hacíamos antes, plantear mejorar la forma en la que trabajamos día a día.

Si no, recordad que vendrá el maestro, verá que tienes una vaca y ya sabéis lo que pasó a la última.

Etiquetas: estrategia