22 julio 2009
El cliente perfecto

Hoy me comentaba un compañero de trabajo que habiamos perdido en una propuesta contra un competidor y que por una vez se alegraba de que este cliente no hubiese contratado nuestros servicios y productos porque la fase de propuesta y aclaración de dudas había sido bastante dura. Por lo visto, el cliente tenía muchisimas dudas por ser "primerizo" y descargaba toda su inseguridad sobre la agencia y nosotros a base de preguntar, volver a preguntar y darle vueltas al asunto.
Por mi parte, no creo que nadie se alegre de que una propuesta la gane un competidor, aunque si estás saturado de trabajo y no tienes capacidad de atender nuevos proyectos, entiendo que puedas "respirar". Más bien creo que cuando ya tienes experiencia y te hueles un cliente que puede llegar a ser conflictivo, hasta el punto de dejar de ser rentable, no lo veas una perdida importante si finalmente no te contrata a tí, siempre y cuando tengas trabajo de sobra.
Al final hay clientes con los que trabajas muy agusto y otros que pueden llegar a ser nada rentables, aunque tengas un gran contrato firmado. Si eres capaz de encontrar buenos clientes con los que trabajes a la perfección y esquivar a los que son problemáticos, entonces seguramente podrás maximizar beneficio y estarás más tranquilo, pero si tu mercado no está totalmente evolucionado y hay pocos clientes, cualquier perdida de una propuesta puede llegar a ser doloroso.
También soy de los que piensan que no se puede decir que sí a todo lo que te pide un cliente y a riesgo de perder un contrato, poner claramente el límite de lo adecuado en el proceso de trabajo y desarrollo.
Si sumas a todo lo anterior que todos tenemos objetivos de facturación bastante duros, entonces está claro que te va tocar lidiar con todo tipo de proyectos y productos y que conseguir al cliente adecuado siempre , es una entelequia.
Etiquetas: clientes, competencia, propuestas, proyectos