Ahora acaba mi sesión de visitas de hoy. La última con la gente de Oxfam con la que he podido ver el pre-estreno de ‘La sal del mar’ en los cines de Princesa -pensaba que era el viernes-. Como me gustan estos cines, cualquier proposición de ver algo distinto a las mega-producciones de Hollywood me apasiona.
A la entrada me preguntaban si conocía el conflicto que existe en Gaza. La primera respuesta hubiera sido sí, pero tras pensarlo unos segundos, creo que es imposible conocer realmente lo que pasa en Gaza, ya que lo que sabemos es lo que vemos en los telediarios y nunca pondría la mano en el fuego por ellos.
La película en sí, con la información indirecta que tengo, hay mucho que no indica y en ocasiones da una visión sesgada de lo que esta pasando. Nunca hablo de política y menos de la que desconozco tanto. Les preguntaba a Oxfam el por que de estar en el pre-estreno, pero bueno. No obstante hay cosas que son objetivas e indiscutibles:

• Israel es un país precioso, muy distinto a las escenas violentas que se ven en las noticias. Es un sitio que merece la pena conocer y que si puedo, ire.
  
• Hay gente civil que esta muriendo a ambos lados y nos olvidamos de ella si dejan de ponerlo en el telediario. Olvidarse de que mueren seres humanos es imperdonable.
• Los radicalismos y la violencia no llevan a ningún sitio, normalmente por culpa de unos pocos pagan muchos.

Además la gente de Oxfam que están en la zona de conflicto intenta ayudar poniendo en riesgo su propia vida, algo que es impagable. La ayuda humanitaria no llega a la gente que lo necesita, ya sea porque no la dejan pasar o porque el propio gobierno palestino no realiza la distribución. Oxfam pide que puedan hacer llegar directamente toda la ayuda a la gente desfavorecida.
Como siempre animo a Oxfam a seguir ayudando y a contar con nuestro apoyo para darle la vuelta al mundo.

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